El incienso

El incienso representa al elemento Aire y puede utilizarse durante los rituales en cualquier presentación (varita, cono, aceite o en polvo). Si eres alérgico o te molesta el humo del incienso puedes quemar varitas de canela o de vainilla en el caldero o también puedes usar carbón con copal (resina de árbol en bruto). Para soplar aire a la combustión se pueden usar plumas o "azotadores" de palma tejidos.

El incienso (del latín incensum, participio de incendere, ‘encender’) es una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que a menudo se añaden aceites esenciales de origen animal o vegetal, de forma que al arder desprenda un humo fragante con fines religiosos, terapéuticos o estéticos. Suele ser utilizado por las brujas y los tarotistas profesionales durante sus consultas de videncia, para tener una mejor concentración a la hora de realizar la adecuada lectura del futuro.

En el pasado, las sociedades china y japonesa usaron el incienso y los rituales con velas como parte integral de la adoración de deidades hindúes. Además, tiene un uso importante en el budismo, en la Divina Liturgia de la Iglesia Ortodoxa y, en menor grado, en algunas confesiones cristianas, como la Iglesia Católica.

Para realizar los rituales con incienso, debes colocar las varitas en la parte derecha del altar. También deben estar presentes agua y sal, que representan a los elementos Agua y Tierra en el altar, y deben colocarse en tazones o conchas marinas. La fabricación de incienso conserva la tradición a través de los siglos. Éste arte ha permanecido tan puro como en sus comienzos.

Para realizar la fabricación de los conos o varitas se seleccionan las más exquisitas esencias de diferentes flores, plantas y especias; y se mezclan en proporciones adecuadas para maravillar al mundo con sus fragancias.

En occidente, el incienso se ha vuelto muy popular para aromatizar casas, dormitorios, y armonizar los lugares. En la antigüedad, culturas como la de los griegos, árabes, romanos, y hebreos eran conocidas por el uso del incienso durante sus rituales y celebraciones religiosas. Además, siempre ha tenido la notable habilidad de transformar cualquier atmósfera en un ambiente de espiritualidad.

Durante la Dinastia Tang de China el reloj de incienso era simplemente un palo largo de incienso con las horas marcadas a lo largo del palo. Muchos años después los chinos desarrollaron el reloj de incienso más sofisticado y exacto, para quemar durante exactamente 24 horas.